viernes, 17 de abril de 2009

Cama


Cama, océano a cuatro patas.
Mujer de proa y popa, alejándose del tiempo,
saliendo mar adentro.

Escarba, el cuerpo es una rampa,
un tobogán y abajo el alma, siempre tan plegada,
el aire de tu boca la levanta.

Nada más dulce que verte dormida,
sólo es más dulce ver cómo despiertas,
tu cuerpo es la luz de las espigas,
ojalá no me hubiese dado cuenta.
Agárrate a mi cuello, que hay mucha distancia
entre la cama y el suelo.

Cama, y tu piel de ambulancia,
y el botiquín de tus poros,
y la ventaja de no ver amanecer con las persianas bajadas.

Es más fácil pensar que no te vas,
te necesito y no lo digo, y ya dependo de tus gestos,
estás tan cerca como lejos el universo.

Nada más dulce que verte dormida,
sólo es más dulce ver cómo despiertas,
tu cuerpo es la luz de las espigas,
ojalá no me hubiese dado cuenta.
Agárrate a mi cuello, que hay mucha distancia

entre la cama y el suelo.

Paco Bello.

Fotografía extraída de asesordebolsa.blogia.com

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