jueves, 7 de mayo de 2009

El brillo taimado de tus ojos

Qué mejor manera de rematar lo lisérgico del día de hoy que abrir el tuenti y encontrármelo de bruces; y caer, y volver a revolcarme en aquel mundo de vino y césped, y clavarme el poema en el costado, con toda su inocencia. Con su última estrofa, que todos estos años me ha abrasado la punta de la lengua, sin llegar a aparecer. Con su comienzo eterno. Con su halo de pureza, incorrupto ante el tiempo, brillando como un faro intermitente en la penumbra. Es grandioso volver a leerlo.

A ella:


El brillo taimado de tus ojos,

Reluciente fanal de madrugada,

Puso en duda mi idea equivocada:

No sé si eres real o un sueño roto.


Iba a oscuras, buscando la salida

De la maraña en que atrapado estaba;

Las sombras del pasado me acosaban.

Cuando tú me encontraste, aún huía.


Te encontré; por fin hallé tus ojos.

Te encontré asomada a una ventana:

Por una vez sé que no me equivoco;

Por una vez, sincera es mi mirada.


Un día te irás, quedaré abandonado,

Pero hasta que ese día fatal llegue

Yo te tendré temblando entre mis brazos.

Tú me tendrás pensando si me quieres.


Fotografía extraída de jspino.wordpress.com

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